18.1.15


El aire de Madri raspa, pesa al respirarlo y luego da tos. Aunque parece que no, me voy haciendo poco a poco, ya miro incluso mi barrio con un poco de cariño. La frutería, la pastelería, las mercerías, los señores que me susurran mierda, y yo les digo, chst a callar. No a la monarquía cuando vuelvo, no a la anarquía cuando voy. Las caritas perdidas de la gente del metro. Madrid...
 Me asusta volverme una urbanita remilgada. Yo no soy de aquí. Yo soy del río Torote, de los campos de trigo, de dónde los conejos, de retama, de garrapata y de barro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario